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viernes, 16 de noviembre de 2012

GREENPEACE DETECTA POLUCIÓN INDUSTRIAL


Greenpeace denunció que Huntsman, uno de los mayores proveedores de sustancias químicas para el sector textil a nivel global, descarga contaminantes directamente en el Río Santiago, en Jalisco.


El vertido de un cocktail de dichos químicos puede afectar la salud humana y al ecosistema acuático, según las muestras que tomó Greenpeace en la zona.



Para exponer públicamente a la multinacional, voluntarios de la organización llevaron hasta las oficinas administrativas de Huntsman, en el WTC de esta ciudad, decenas de botellas con la leyenda agua enriquecida con tóxicos cortesía de Hunstman .



En el informe "Lo oculto de la empresa Huntsman"la organización ecologista da a conocer el resultado de dos muestreos tomados en uno de los puntos de descargas del corporativo sobre el Río Santiago, en el municipio de Chapala, donde se encontraron 31 y 52 compuestos orgánicos persistentes, respectivamente; ninguno de los cuales está regulado en las normas oficiales mexicanas sobre descargas a aguas nacionales. Las muestras fueron analizadas en los laboratorios de Greenpeace International en la Universidad de Exeter, Reino Unido.



La empresa
Y es que Huntsman es una de las empresas de productos químicos más grandes al nivel mundial. Tiene presencia en los cinco continentes y decenas de fábricas en todo el planeta. Con sede en Estados Unidos, la marca tiene varias divisiones, una de ellas es la de “Textile Effects” que surte a varias empresas internacionales del sector de la moda.
Una de estas fábricas está ubicada en el municipio de Chapala, en Jalisco, y fue una de las primeras industrias en instalarse a orillas del Río Santiago. Antiguamente pertenecía al grupo CIBA, pero fue comprada por la empresa Huntsman en 2006. Ese mismo año, ante el registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, CIBA reportó niveles de emisiones muy importantes de metales pesados altamente tóxicos como arsénico, cadmio y mercurio.



Greenpeace México realizó dos muestreos, el 22 y 24 de marzo de 2012, en el tubo de descarga de la empresa al Río Santiago. Muchos de los químicos encontrados son generalmente usados para tintas, colorantes o solventes que se usan en diversos sectores, entre otros, en la industria textil.



Pero es preocupante el hecho de que no pudieron ser identificadas gran parte de las sustancias por lo que no se puede determinar con más amplitud el riesgo para la población y para la fauna.



Las muestras fueron analizadas para determinar la presencia de compuestos orgánicos (por extracción mediante solventes) y de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés).



Se detectaron algunas sustancias muy peligrosas tanto para la salud humana como para el ecosistema acuático. Por ejemplo, el 2,5-dimetil anilina (CAS 95-78-3) el cual es clasificado bajo el GHS –el Sistema Mundialmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos o Global Harmonized System, que ofrece un conjunto de criterios armonizados sobre el peligro de las sustancias químicas-- como muy tóxico para la vida acuática (H400), así como tóxico si es inhalado y al contacto con la piel.



El CAS 98-16-8 es también tóxico e irritante y puede causar daño significativo a largo plazo en órganos internos después de una exposición crónica. Cabe destacar que es de especial preocupación haber encontrado un compuesto químico en la descarga: el 2,3-dihidro-1,3,3-trimetil-1H-indole (CAS 118-12-7), clasificado como muy tóxico para la vida acuática, con consecuencias negativas a largo plazo.



Trascendió que otros compuestos de interés en la muestra fueron el dimetilbencenamina (CAS 121-69-7, o dimetilanilina), conocido por ser empleado como intermediario de la fabricación de ciertos colorantes, así como para acelerar el curado de resinas de poliéster; el dietilbencenamina (CAS 91-66-7) y el 1-metiletil bencenamina (CAS 768-52-5). Los tres compuestos son extremadamente tóxicos y son sustancias peligrosas, incluyendo para las especies acuáticas.



Fue también encontrado como un componente menor de esta muestra el Ftalatoester DEHP (CAS 117-81-7), un contaminante ampliamente distribuido como resultado de su uso como un plastificador (especialmente en PVC suaves). El DEHP es clasificado como un elemento tóxico para la reproducción.



El Río Santiago
El Río Santiago recibe descargas de cientos de industrias, incluyendo a Huntsman, y se han detectado más de 1,090 sustancias químicas en un reciente estudio realizado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA). El gobierno admite entre otras cosas que las descargas industriales son la principal fuente de contaminación de la zona.



Desde hace varios años los habitantes de la región se quejan de afectaciones a la salud relacionadas a la contaminación del río. A pesar de recomendaciones de las comisiones estatal y nacional de derechos humanos, la situación no parece haber cambiado. La industria sigue descargando sustancias tóxicas en los ríos y no se han detectado acciones para prevenir la contaminación del agua con sustancias peligrosas.



Es lógico, México constituye un paraíso para contaminadores. De los cientos de sustancias químicas vertidas todos los días en los ríos de México, solamente nueve metales pesados están regulados y 8 parámetros generales están regulados. Por ejemplo, cualquier industria puede descargar cloroformo en los ríos cuando esta sustancia puede afectar el sistema nervioso central (el cerebro), el hígado y los riñones; o nonilfenol un potencial disruptor hormonal altamente tóxico para la vida acuática, sin ningún tipo de restricciones. Muchos de estos elementos tóxicos no se pueden eliminar en una planta de tratamiento por lo que no se deben de usar ni descargar en cuerpos de agua.



Aprovechándose de los vacíos del marco legal y administrativo en México, muchas industrias como Huntsman vierten sustancias tóxicas en los ríos sin ningún tipo de control ni restricciones. Más allá de la NOM001 y NOM002, que tienen como función regular descargas a aguas nacionales y municipales, muchas industrias pueden contaminar “legalmente” al usar y verter en los ríos sustancias no reguladas.



"untsman está descargando sustancias tóxicas al Río Santiago, en un claro ejemplo de contaminación industrial de un cuerpo de agua. Con ello no sólo se pone en peligro el medio ambiente acuático sino también la salud de los habitantes de la Cuenca. Esta contaminación nos afecta a todos", señaló Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México.



Desde marzo de este año, la campaña "ríos tóxicos" de Greenpeace exige transparencia acerca de las descargas de empresas como Huntsman y que se cumplan con los mismos estándares que siguen en países desarrollados, por ejemplo en la Unión Europea, donde son miles los compuestos que están regulados y muchos de ellos prohibidos o altamente restringidos.



El Río Santiago es uno de los principales cuerpos de agua del oeste de México y recibe descargas de decenas de industrias en las que se han detectado presencia de cientos de sustancias químicas tóxicas o de las cuales se desconoce el impacto.



"Huntsman es proveedor de varias marcas importantes a nivel global y en particular del sector textil. A través del desafío a la contaminación Detox, Greenpeace exige que estas empresas trasnacionales garanticen cadenas de producción y ropa libre de sustancias tóxicas que puedan afectar a las comunidades al medio ambiente", concluyó Pierre Terras, coordinador de la campaña de Tóxicos de Greenpeace México.



Como Huntsman, muchas industrias del sector textil son proveedores de grandes marcas internacionales quienes presumen una responsabilidad ambiental ejemplar...



Por lo general, es el propietario de la marca quien desencadena el proceso de desarrollo de productos, incluyendo la investigación y el diseño. Los propietarios de marcas, por lo tanto, están en la mejor posición para lograr un cambio en la producción de textiles y prendas de vestir a través de su elección de los proveedores, del diseño de sus productos y del control que pueden ejercer sobre el uso de productos químicos en el proceso de producción y del producto final.



La industria textil es químicamente intensiva, utilizando una cantidad de diferentes productos químicos para todo, desde la tintura de los tejidos, hasta las impresiones y los acabados. Las aguas residuales de estos procesos, a menudo llevan sustancias tóxicas y pueden contaminar vías fluviales importantes. Estas peligrosas descargas pueden afectar
la salud humana, la fauna y el medio ambiente.



Una investigación a lo largo de un año sobre la contaminación del agua, encontró dos fábricas textiles en China que estaban desechando una gama de productos químicos peligrosos a las Deltas de los ríos Yangtze y Pearl. Estas fábricas son proveedoras de algunas de las principales marcas mundiales, incluyendo Nike, H&M y Lacoste.



Posteriormente, investigaciones más profundas realizadas por Greenpeace revelaron que miles de consumidores alrededor del mundo están comprando ropa contaminada y que, involuntariamente, están propagando la contaminación del agua cuando lavan cada prenda. De los 78 artículos textiles analizados por el documento de Greenpeace "Dirty Laundry-2 Report", 52 dieron positivo en la presencia de nonilfenol etoxilados (NPE) por encima del límite de 1 miligramo de NPE por kilogramo de material (mg/ kg).



La solución
Greenpeace (y aquí le damos espacio) está haciendo un llamado a todas las compañías de ropa a abogar por un futuro libre de tóxicos y a trabajar en conjunto con sus proveedores para eliminar la liberación de sustancias químicas peligrosas a través de sus cadenas de producción y sus productos. Para hacerlo, deben:
- Diseñar un mejor futuro. Adoptar políticas limpias para la compañía y proveedores, pasando de tóxicos a sustancias químicas no peligrosas, con metas de tiempo claras y realistas.



- Lleva a la "pasarela" el discurso. Responder de acuerdo a la urgencia de la situación, demostrando acción real y sustancial en el terreno, priorizando los peores químicos y eliminándolos de inmediato.



- Poner en boga la transparencia. Transmitir la información sobre quiénes son los proveedores al alcance del público, compartir la lista de sustancias restringidas, revelar cuáles químicos desechan estos proveedores, en este viaje hacia un futuro libre de tóxicos. ¡La luz solar es un poderoso desinfectante!



- Marcar tendencia. Una vez que se han comprometido, como compañías influyentes, también tienen el poder de catalizar el cambio a través de la ropa deportiva y la industria de la moda, trabajando en colaboración con otros.



La decisión de crear el GHS se originó a partir del Capítulo 19 de la Agenda 21, aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD, 1992). Tras una labor técnica intensiva para acordar los criterios armonizados, se adoptó el GHS en 2002.






El 1 de junio, se dio a conocer un estudio del IMTA que reveló el alto grado de contaminación en la cuenca del Río Santiago. Greenpeace, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario A.C. (IMDEC) y la Agrupación Un Salto de Vida denunciaron que por más de un año diversas autoridades ocultaron información crítica sobre el estado real de la Cuenca para proteger a la industria.



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